miércoles, 29 de agosto de 2012

Cerré mis ojos



Cerré los ojos y muy quedo me acurruqué cerca de tu recuerdo; esperaba un suspiro, unas buenas noches que me invitaran a recobrar el sueño; acariciando mis manos sentí el olor de un calor ausente y vi entre las cortinas la sombra de un amor que aunque lejos vive presente... cada una de estas noches, muy grabado aquí en mi mente.

Sentí rodar por mis mejillas una leve gota de tristeza, de emoción incierta, sentí también llenarse las pupilas de una imagen risueña de esas con las que uno despierta, y cogí tu sonrisa colorida, la guardé en el corazón y me di la vuelta, abracé tu ausencia, la pegué a mi pecho y soñé contigo; despertar era cosa del destino… regresar era cosa del destino… volver a soñar era tan sólo una ilusión propia de un corazón herido... por esta ausencia.

He descubierto mis sentidos luego de este mal sueño, has abierto la puerta de nuestra vida y muy quedo vienes a mí siento tu brazo bordear mi cuerpo y has invadido mi sueño y he sentido también una lágrima de emoción al ver que soñaba contigo, y con un beso has sellado ese sueño, hemos despedido la ausencia, y nos hemos dado la cara para volver a darnos un beso.

lunes, 6 de agosto de 2012

El lienzo de un sueño

He dibujado un sueño en el que me vi feliz.

Mis dedos paseaban curiosos el templo de tus ilusiones, surcaban el camino de un futuro que bailaba entre lo apacible y emocionante, como el vaivén de las olas que hace años me dejaron escapar.

Despiertas de un sueño de caricias y con un beso le damos la bienvenida al horizonte diseñado en el capricho de nuestra esperanza, un horizonte pintado de óleo inmortal grabado en el alma, aquel que empezamos a dibujar años atrás.
La huella de las sonrisas que adornan nuestros días nos han dejado aquellos surcos en los labios, las miradas enamoradas se encarnaron en las pupilas, y en la voz se amotinó un "te amo" un "mi amor".
El color de cada día se pinta de luz, aún cuando el cuerpo tiembla y el cielo se encapriche en no dejar ver el sol, cada uno de nuestros días lleva el brillo de los dos.
Los sonidos de aquel lenguaje consentido nos envuelven en un nido abrigador, y la pasión de aquellos besos nos transportan a sensaciones del pasado, de un futuro, de un presente matizado con contrastes que embriagan cada segundo de silencio posterior al éxtasis del amor.
He dibujado un sueño, en el que me vi feliz junto a ti. Cuéntame tu sueño, si estoy allí, si sientes aquella ilusión que sosiega, que apacigua, que complace, si estoy dibujada en tu lienzo, como lo estás tú en este pedazo de papel.
He dibujado un sueño, y el color de mi felicidad eres tú.

A Cali...