martes, 23 de septiembre de 2014

Un silencio que lo dice todo

Chansón: Con solo una sonrisa (Melendi)


He amanecido envuelta en un silencio que grita no despiertes; entre sueños he visto mi verdad bordeando el cuadro azulado, fiel testigo de una noche de cobardía en que, en silencio, te dije adiós. 

He amanecido con el dolor del olvido retumbando en mi cabeza, ahora me impide abrir los ojos, duele ver el sol, ese sol que te obliga a enfrentar el testimonio de quien nada dijo y a la vez lo dijo todo, de quien pintó el cuadro que vibra a su lado, conteniendo el secreto mejor guardado de una historia donde uno es mejor que dos. 

He amanecido con el deseo aparcado en medio de la ciudad, lo olvidé una noche oscura, más oscura que tus secretos, más oscura que mi adiós. Se lo han llevado los pintores vagabundos para sus lienzos en blanco y negro semejantes a mi vida, semejantes a tu amor. 

He amanecido adormecida tras muchas horas de pensar en una mañana de testimonios sin testigos, en adioses sin creer en un dios. He amanecido en silencio y mi sueño lo dijo todo y todo se reduce a una historia finita donde nunca existimos los dos.

Soy el ser vacío que aún con los ojos abiertos sigue dormido... me rindo a la despedida, sucumbo ante el ofrecimiento de una disculpa por la inexistente mirada de culpa que citamos en aquella carta caída en el pozo de los deseos olvidados.

He dormido con el aroma de tu cuerpo vagabundeando alrededor de la almohada, te recordé, te deseé, te impregné en una memoria cada vez más longeva con la única finalidad de volver a ser feliz. Pero la tristeza ha sido siempre mi bandera, llevo un tatuaje de lágrima en el alma, mi pluma, en vez de tinta, escribe con llanto, me alimento de la pena y la soledad de una playa sin gaviotas, y no quiero cambiar.

He dormido en la orilla de un año en que fui feliz, he recobrado la memoria de quien se levanta, de quien muere y resucita, del ave fénix de los veranos en soledad. He dormido con el sonido de la gaviota pintando de sepia el poema en la boleta del restaurant, do you remember that? He recogido la autoestima de aquella gacela enamorada del amor y la he arrojado al mar.

El silencio me invade en cada minuto de esta vida, no sé qué hay allá afuera, no sé si esto es vivir; para mí, el silencio lo dice todo, y un adiós que nunca se dijo está pintado en aquel cuadro que dejaste al partir, leaving me alone... leaving me to die... again.