Algo más de lo mismo, puede que tus oídos estén cansados ya de mis ruegos,
lo único que varía es una palabra
que esconde grandes secretos.
La parte final es un nuevo comienzo
y ese comienzo condenado al destierro,
como una bienvenida con una pluma sin tinta
como una noche de desvelo.
La mirada baja, las manos juntas,
las lágrimas víctimas de la gravedad
dejan mi pena compartida a tus pies, diminutas,
y me quedo avergonzada por no saber
cómo corresponder la compasión, el amor, la amistad.
Un camino compartido, invadido,
pero a la vez floreciente, vivo, claro y dulce
se convierte en la esperanza de mis sueños
y en mis sueños despierta, se contamina
y el trabajo de volverlo puro me hace recurrir a ti
y la necesidad de regresar me hace buscarte, hablarte, pedirte perdón.
Cada uno de mis días en cada temporada
se tiñe de rojo, blanco o azul,
el verde esperanza ha desaparecido
el negro del final espera escondido,
los pinceles de mi conciencia hacen su trabajo en el lienzo del corazón.
Hay un artista escondido
esperando una señal o ideándola,
la búsqueda de una razón es el trabajo diario
que me asalta e invade
que me sigue y presiona
que me ataca, me culpa y me mata.
Es una muerte lenta cuando se está solo,
cuando se idearon mariposas en el campo de la vida
cuando se construyó un futuro en el espacio
en el cielo, firmamento,
en la nube que nos cobijaría hasta que se enfríe el sol.
"Shhh, me gusta el sonido del silencio cuando tú eres mi compañía"
Qué difícil es decir adiós, y qué necesario es ahora decirlo.
Diré entonces "Hasta siempre",
Diré entonces "Has que me lo diga él también, por favor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario