A falta de un sendero recorro un camino de nubes, me estoy apartando del recuerdo de enero, el primer mes.
Me curo de la herida, del dolor de una partida, del olor a despedida, del punto final a una historia de vaivenes como las olas de este mar inquieto, impaciente por llevarme lejos a un nuevo enero, a un libro en blanco donde pueda volver a escribir.
No sé si fui yo el que causó más dolor, no sé si fui el boxeador o el saco de boxeo, noviembre de olvidó de los dos y nos dejó sin febrero, sin el mes de amor, nos quitó la tinta del cajón, sin lápiz a carbón, sin hoja de papel y simplemente escribió fin exterminando para siempre el supuesto horizonte que creímos en enero, un horizonte sin final como el que ahora veo a través de la ventana de un bote en carnaval.
Este camino de nubes no me lleva a ningún lugar, me he olvidado de escoger el destino. El horizonte no me pinta un final, como noviembre para nosotros, ¿puedes ver un final, mi vida? Can you see it? Me neither. Noviembre se olvidó de los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario