- Crees que podamos vernos?
- Yo creo, y con eso basta.
Creo que aún, tal vez, piensas en mí; lo parece en el tono de tu voz, tan suave, tenue, tímida; lo parece en los pedidos nostálgicos de recuerdos mantenidos mutuamente, en
abrazos al pasado, en miradas añoradas, en suspiros que van al viento y de
pronto... caen sobre el espacio pequeño que nos separa, y que tras una mirada
temerosa nos une sin querer (no lo sé).
Creo que aún, tal vez, nada tiene fin; o
es un deseo, un deseo infinito que se cuelga de mi espalda, amarrado a mis
brazos con tal fuerza que me encorva. Quizá es un deseo fúnebre, un deseo
vestido de luto como yo, como esta presentación anónima para ti, lejana
presencia que a pesar del tiempo... que a pesar del tiempo me rodea, se apodera
de mis palabras, de lo que escribo, de lo que sueño (no lo sé).
Creo que morir es una sensación, es
aquella que tantas veces me hizo escribir a la orilla de aquella playa
cómplice, fría, solitaria, fiel compañera de un salud con vino blanco, de un
cigarrillo y una libreta confidente que luego se desojaría para unirse a las
lágrimas de aquella que moría, una vez más. Morir es una sensación tan común,
tan simple como el exhalar un suspiro acompañado de la expulsión impotente de
una lágrima y un sentimiento de dolor. Común, como esta sensación de creer que
piensas en mí con sólo escuchar tu voz, con solo mirarte nuevamente dormir,
como si dormido me dijeras algo (no lo sé).
No quiero nada que nos haga mal, mi mano
aún a la distancia busca formarse como cuando la llevabas hacia adelante;
inevitablemente volteo hacia un lado como esperando verte allí, al ritmo del
corazón, al ritmo de un camino breve, común, finito, cómplice, claro, fresco...
y caprichosamente me adentro en ese sueño, en ese sueño donde nada duele, donde
seguimos caminando al ritmo de la balada donde Yo creo, y con eso basta.
Ya no quiero verte tan triste así, creo
que estás llorando; mi confesión temerosa va camino a ti, de la mano con el
desesperado deseo en que creo que aún piensas en mí. Escapando del adiós al que
estamos acostumbrados, del camino cubierto de malos recuerdos, de huellas
ajenas invadiendo el sendero. I know is real, my love is real.
Yo creo que esta vez voltearás, que esa
mirada durará más de unos minutos, que nunca saldrá de tus labios la palabra
"adiós". Creo que los recuerdos que pediste se quedarán en tus brazos
para compartirlos nuevamente con los dos, para unirlos, para completar la
propiedad común de nuestras vidas. Creo que los suspiros serán una melodía que
nos llevará a bailar un vals, uno de esos que me cantabas al oído, que tus
manos bordearán mi existencia y volaremos como el último viaje por las nubes de
algodón.
Yo creo que tal vez piensas en
mí... Yo creo y con eso basta.
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