miércoles, 11 de septiembre de 2013

En la risa y el silencio


Apenas unos pasos me separan de ti, te veo a lo lejos y de pronto una sensación extraña me invade en el pecho. 
Me detengo, tu figura a la distancia me invita a iniciar una historia, y no quiero. Entiendo que lo que me invade es el miedo. 
Estoy a unos pasos de ti, no te has dado cuenta que te estás grabando en mis retinas y en mis recuerdos, aún en el silencio que existe entre nosotros puedo oír tu risa, puedo sentir tu abrazo, ese que me dice hola, y que inevitablemente me dice adiós.
Aparto la mirada de tu existencia, me escudo en la pantalla de un aparato que poco a poco se apodera de mí, quiero ver si a través de este cristal sigo sintiendo el miedo de acercarme, o quizá es frío, o quizá mi amor a la soledad, a esa soledad de la que poco a poco me he ido apartando, con el mismo miedo con que ahora estoy parado mirando el horizonte, mirando tu existir.
El caprichoso aparato ha querido también mantenerte para sí, se ha grabado en su memoria aquella postura con que me esperas, con que cuentas los minutos para una hora previamente pactada, inquebrantable, las 12, y sin quererlo falta apenas un minuto. Cuánto tiempo estuve así, no lo sé, sólo sé que dar un paso es lo siguiente, y encontrarte para darte un beso, habiendo olvidado la flor, y quizá escuchar un regaño por hacerte esperar, aun cuando sabes que jamás lo hago y jamás lo haré.

Me acerco, estás tan distante mientras camino hacia ti, pero de pronto al sentir mi dedo en tu hombro regresas, y vuelves a ser aquella mujer que con una sonrisa vuelve a ser parte de mí, volvemos a ser nosotros, volvemos a ser aquellos que disfrutan igual de una risa y del silencio, hasta nuestro próximo adiós.

No hay comentarios: